ÁNGEL MIGUEL PÉREZ MARTÍNEZ.

El sonido de los disparos rompió la calma de la noche del domingo en el municipio de Tolú, Sucre. En el barrio Zamora, un joven de 20 años cayó al suelo tras ser impactado en múltiples ocasiones. Su nombre era Carlos Eduardo Ramos Zúñiga.

Cinco balazos marcaron su destino: dos en el pecho, uno en la cabeza, otro en la pierna derecha y el último en un glúteo. No hubo tiempo para auxilios, su vida se apagó en el mismo lugar donde fue atacado sin piedad por desconocidos.

Un regreso marcado por la tragedia

Según información recaudada por la Policía, Carlos Eduardo había regresado a Tolú hace apenas un mes, tras haber vivido en Medellín. Se sospecha que tenía vínculos con actividades delictivas relacionadas con el hurto y que colaboraba con grupos delincuenciales, aunque no tenía antecedentes penales registrados.

El ataque ocurrió en el parqueadero del estadero Manhattan, un punto concurrido en el sector, lo que generó pánico entre los presentes. Testigos aseguran que los agresores llegaron con el único propósito de acabar con su vida y huyeron rápidamente del lugar.

Investigación en curso

Las autoridades investigan el crimen y las posibles motivaciones detrás de este ataque, mientras la comunidad de Tolú se estremece ante otro episodio de violencia que enluta sus calles. La Policía y la Fiscalía trabajan en la identificación de los responsables y en esclarecer si el homicidio está relacionado con disputas entre grupos delincuenciales.

Este nuevo hecho de sangre registrado en el parqueadero del estadero «Manhattan», reaviva el debate sobre la seguridad en la región y la urgencia de medidas efectivas para frenar la ola de violencia que azota al municipio del Golfo de Morrosquillo.

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