El 27 de mayo del 1995 en Fusagasugá, Cundinamarca, nació Daniela Piedrahita Manrique, joven amante de los Caballos, del arte, la cultura y el deporte. En el año 2000, Daniela se trasladó a Corozal, Sucre, donde oriunda su familia paterna. Municipio que la vio crecer en todos sus aspectos y en su capital Sincelejo, cursó toda su primaria y parte de la secundaria en el colegio Gimnasio Altaír de la Sabana donde empezó a explotar su gran talento como bailarina, modelo y deportista.
Desde muy temprana edad ayudaba a su abuelo en las labores de la finca y en ese transcurrir diario tenía el privilegio de montar a caballo, lo que para ella es una de las experiencias más bonitas en la vida.
«Mi familia ha sido caballista. Desde que estaba bebé me montaban en los caballos. Crecí con los quehaceres de la finca, en la vaquería, ordeñando y eso me ayudó a amar los caballos», sostuvo la joven.
Era notoria la vena artística que llevaba consigo que llegó varias veces a participar como bailarina en el carnaval de Barranquilla con reconocidas comparsas Folclóricas obteniendo varios títulos para su departamento. A su vez, Daniela obtuvo gran trayectoria en las diferentes pasarelas de la región dándose a conocer, como una reconocida modelo de alta costura con diversos catálogos de marcas nacionales e hizo parte de pasarelas importantes del país con diseñadores reconocidos de talla internacional.
Todo esto alternado con su pasión: los caballos. Inicia su participación en las diferentes ferias equinas a los 7 años siendo entrenada por su padre a quién ella cataloga como su “instructor de la vida” y logrando obtener diversos títulos para sus ejemplares.
En una feria en Sincé, en el año 2009, Daniela Piedrahíta Manrique descubrió por primera vez lo que significa el reconocimiento del público en competencia equina. En una yegua de nombre La Quisquillosa, Daniela supo ganarse los aplausos del público y obtuvo su primera distinción como montadora, algo que la enorgullecerse completamente.
Desde ese entonces descubrió su faceta como amazona, deporte que la ha llevado a representar al departamento de Sucre en diversas válidas de equitación nacional. Aunque fue ese día en Sincé el que la inspiró a seguir montando, porque Daniela tiene la sangre ligada con los caballos.
En una de las ferias en la ciudad de Montería, la Juez Nacional Ángela Ochoa que al ver su afición le comentó acerca del deporte de la “Chalanería” Criolla Colombiana. Por falta de una escuela en el departamento, Daniela no podía participar en las diferentes válidas nacionales pero con ayuda de la Asociación de Caballistas Sucreños (CASCO), le otorgaron el aval como participante independiente.
En el 2010, logra llegar a una nacional después de varios sacrificios ya que no tenía un entrenamiento formal de una escuela. Tristemente se ve obligada a no competir más durante 3 años y trasladarse a la ciudad de Medellín. Y allí es donde Daniela se transforma en una joven especial. ¿Por qué especial? Aunque Daniela logra tener muchos éxitos en el modelaje y el lomo del caballo, lo que hace que esta amazona sea considerada una mujer especial es por su berraquera para pelear batallas contra un enemigo silencioso que no se ve pero se siente y en el caso de Daniela hasta casi le quita la vida.
“¡Creo que el tiempo de Dios es perfecto y que Él nos tiene preparado cada cosa paso a paso!” Daniela es diagnosticada en el 2012 con el síndrome de cascanueces, el cual bloquea las venas y arterias por ciertas partes del cuerpo. Las venas y arterias se bloquean y luego se hinchan creando la varice. En el caso de Daniela, esta enfermedad empezó en la arteria que le lleva sangre y oxígeno al riñón. Al estar bloqueada esta arteria, el riñón no recibe lo necesario para vivir y se empieza a morir.
Gracias al tratamiento médico, a Daniela le desbloquean la arteria en el riñón pero la consecuencia y malos efectos de la enfermedad ya están hechos. “Luego de varias cirugías, me prohibieron, montar a caballo, bailar y hacer deporte, ponerme tacones (modelaje)… las luces del escenario de mi vida se apagaron, encerrada en una clínica por tanto tiempo, pero hoy le doy gracias a Dios que puso en mi camino aquellos grandes amigos que me acompañaron en este proceso.”
Aparte de esto, a Daniela le descubren muchas venas varices en su aparato reproductivo y el médico le hace una seria advertencia: Si decides tener una familia recuerda que puede traer severas complicaciones para usted y su bebé. ¿Cómo así? Si Daniela decide tener un bebé, el peso y crecimiento del bebe dentro de ella puede hacer que una(s) venas varices se estalle y ella con su bebé mueran.
Si esto fuera poco para una joven entre 16 y 18 años entender y vivir, su madre siendo una exitosa gerente de una empresa multinacional, tiene un fallo renal y tiene que recibir un trasplante en marzo del 2012. En el 2014, su hermanita menor de 11 años también es diagnosticada con una obstrucción en el intestino serio y requiere intervención quirúrgica para ayudarla. El único de buena salud en la familia, era «el Kay» Piedrahíta, padre de Daniela. Este hombre se dedicó a cuidar de las mujeres de su casa personalmente, esto lo llevo a vender todo incluyendo su criadero para pagar los costos médicos y dejar lo que más lo apasiona: la música. Antes de que estas pruebas serias llegaran a su familia, «el Kay» era un cantante que alternaba con artistas de la talla de Diomedes y otros.
Estando alejada de las competencias, le hacen una invitación a un fogueo de equitación cerca de Bogotá donde después de tanto tiempo vuelve a montar y por sorpresa obtiene una medalla de Oro, lo cual la motiva a regresar a este deporte. Pero esta vez tenía que hacer parte de una escuela porque así se encuentra el reglamento. Daniela nuevamente se reubica en Medellín y ahí una gran amiga con su escuela de equitación, la invita a que le ayudara en sus clases y fue ahí donde conoció el maravilloso mundo de la instrucción. Regresó a competencias gracias a la ayuda del Club de Equitación Los Potrillos, con quienes entrena hoy en día y con quien he obtuvo títulos significativos en este circuito.
En el 2015, Daniela nuevamente se traslada a la costa, en donde la falta del fomento equino para los niños y escuelas de formación en la equitación, hace que ella empiece a trasmitir sin ánimo de lucro sus conocimientos de la equitación criolla.
Ese año, en el marco de la feria grado B de Sincelejo realiza el lanzamiento de su escuela de Equitación Criolla Colombiana en Sucre “DANIELA PIEDRAHITA», Gracias al apoyo principal de sus padres, al comité Cebuista de Sucre, un selecto grupo de criadores y propietarios, quienes se convirtieron en patrocinadores de este proyecto.
El 2015 para Daniela Piedrahita no pudo ser mejor a nivel deportivo después de un pare de dos años sin competencias equinas por quebrantos de salud. En esta vigencia logró el tercer puesto en la Válida Internacional de Equitación, en Pereira; medallas de plata en competencias nacionales en Medellín y Bogotá. Logros que la llevaron a recibir un reconocimiento de parte de la Asociación de Cronistas Deportivos de Sucre (Acord Sucre).
En 2016, Daniela Piedrahíta logró uno de los 6 cupos en la Selección Colombia de Equitación para participar en el Mundial en Puerto Rico, tras haberse colgado la medalla de bronce en el Tercer Nacional de Equitación en Armenia. Concursó en la categoría amazonas aficionadas 2, de 21 a 24 años, es la única mujer en la selección que representará de la región Caribe. Este triunfo lo obtuvo gracias a los 17 puntos obtenidos en las diferentes válidas nacionales entre 2015 y 2016 en la que viene participando. Ocupó el tercer puesto en Medellín, una medalla de bronce en Bogotá que la ubicaron en el sexto puesto del escalafón nacional. «Más que un sueño personal, es un sueño familiar y dedicado a los pupilos de su escuela de equitación, quienes no se perdieron la trasmisión televisiva», afirmó la joven. En el mundial estarán Arúba, República Dominicana, Estados Unidos, Puerto Rico, Curazao, Suiza, Panamá y Venezuela, entre otros.
Sería la segunda vez que haría parte de la tricolor nacional porque en el 2010 estuvo seleccionada, pero la falta de recursos económicos le impidieron viajar a Puerto Rico a una competencia mundial.
Luego del recibimiento en el aeropuerto de Corozal, Daniela encabezó una caravana por las principales calles de la ciudad. Agradeció además, entre lagrimas, a su abuelo paterno Teófilo Gilberto Piedrahíta por ser quien le enseñó el amor por el campo. «Ese es mi abuelo. Es el que nos ha enseñado toda la vida. Recuerdo esas madrugadas ordeñando y estar en el lomo de un caballo, esos atardeceres en la ciénaga. Son esos detalles los que hacen que uno crezca como persona», anotó. No dejó a un lado a sus padres, Kay Piedrahíta, y a su madre, Maritza Manrique, que la apoyaron para participar en competencias nacionales aún cuando Sucre no tenía escuelas.
Según Daniela, lo que viene ahora es un trabajo arduo con la entrenadora de la Selección Colombia y no sola como lo venía haciendo o con el Club de Chalanería Los Potrillos, de Medellín, que le avaló este proceso, debido a que su escuela aún no tiene reconocimiento deportivo. No obstante, la sucreña dice que en sus competencias luce la bandera de Sucre con mucho orgullo porque por él compite.
Pero Daniela no está fuera de peligro. aunque está tratando de hacer una vida normal y ayudar a los niños de Sucre. Ella sufrió una recaída a mitad de este año que hizo que ella perdiera las válidas de Tuluá, Sogamoso y Manizales. Pero aun así, mantiene un amor y fe enorme por el creador “¡Creo que el tiempo de Dios es perfecto y que Él nos tiene preparado cada cosa paso a paso!”
«Me ha tocado duro porque es un deporte muy costoso, pero eso no me ha detenido para lograr mis metas y mis objetivos. Me falta conseguir la medalla de oro y es por lo que estoy trabajando, además de hacer parte de la Selección Colombia», sostuvo Daniela.
En un rincón de su casa en el municipio de Corozal están todas las medallas y cintas que ha ganado en competencias equinas, en válidas departamentales, regionales, nacionales e internacionales.
«Creo que sin el apoyo de mi familia no había logrado todo esto, pero no puedo desconocer el apoyo que me han brindado algunas asociaciones equinas del país y amigos de mi papá que han sido los que me han prestado los caballos para estar en las competencias. Es importante tener uno sus propios caballos porque las competencias son un binomio, sin embargo, creo que tengo mucha empatía con los animales porque me monto en uno de ellos sin tratarlo mucho y logramos un buen equipo», precisó la amazona sucreña, la única que ha logrado tantas medallas y reconocimientos en este deporte.
Saray Enamorado Álvarez, directora ejecutiva de Casco, entidad que le da el aval a Daniela para que represente a Sucre en las distintas competencias, ratificó que este deporte es muy costoso y una de las dificultades que ha tenido que sortear la deportista es que no cuenta con caballos propios, por lo que tiene que prestarlos.