Un caso de intolerancia envió al cepo a tres mujeres quienes se enfrentaron físicamente entre sí. El hecho se presentó en el cabildo menor «El Crucero» del resguardo indígena Zenú en Sampués, Sucre. Según Wilmer Tovar, Capitán menor del cabildo, las tres mujeres identificadas como Oneida Pineda Polo, Yolima Care Mendoza y Yohenis Care Pineda, fueron castigadas por injuria, riñas, calumnias y maltrato verbal.
Las mujeres fueron llevadas al cepo luego de la audiencia que realizó la junta del cabildo, desición tomada con base a la ley de gobierno propio, buscando prevenir una tragedia e incluyó acuerdo mutuo. Las implicadas no dieron información del por qué se enfretaron entre sí pero se presume que pudo ser por un comentario mal intencionado.
El cepo es un artefacto ideado para sujetar, retener o inmovilizar algo, o alguien, como consecuencia de alguna determinada conducta del inmovilizado. Las poblaciones indígenas emplean una forma de cepo, como instrumento de tortura, en el que la víctima quedaba inmovilizada de pies y manos. Cuando se trata de un castigo, el cepo se encuentra generalmente en la plaza del pueblo, para exponer al reo, y servir de escarnio. En épocas pasadas, también se sometían a todo tipo de vejaciones, como el ser golpeado, escupido, insultado. En ocasiones, la plebe incluso orinaba y defecaba sobre el condenado o le arrojaban comida podrida.