Pero la verdad es otra, los culpables de lo que sucede en el sector es el mismo estado y como es de público conocimiento, los generadores de energía, no previeron las situaciones extremas como el caso del accidente en Guatapé y una baja en sus ingresos por la caída del precio del petróleo. Para esas situaciones el gobierno les aprobó a estos generadores un cargo de confiabilidad, dizque para prevenir un posible racionamiento. Éste cargo se cobra mensualmente en nuestra facturación, pero que en palabras castizas, significa un robo descarado a los bolsillos de los consumidores ya que se considera un impuesto más para entregárselos a una partida de bandidos, casi todos extranjeros que se apoderaron de nuestras empresas generadores de energía.

Pero es que nosotros los usuarios de los servicios públicos domiciliarios no tenemos doliente en el Gobierno, y la prueba está en que no se sabe dónde fueron a parar los cerca de 16 billones de pesos recogidos en las facturas eléctricas por ese aberrante cargo por confiabilidad. Pero lo más insólito es el sofisma de culpa que nos endosaron, es que si cumplimos la meta y la zona comercial también lo hace, se disminuirán nuestros pagos, pero si no cumplimos pagaremos un doble costo por el consumo de más que se haya tenido. Tanto la Súper, como el ministro de Minas y Energía, expresaron que la norma que implantó el cargo por confiabilidad no la faculta para vigilar los ingresos que reciben los generadores térmicos. Semejante monstruosidad del Estado.

Según la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), la metodología para el cálculo del Costo Unitario de Prestación del Servicio es definida por la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), pero su aplicación, cálculo y publicación es efectuada nada más y nada menos que por ELECTRICARIBE y el Costo Unitario de prestación del servicio (CU), es el resultado de agregar los costos de todas sus actividades de generación, transmisión, distribución, comercialización y otros costos relacionados con la operación y administración del Sistema Interconectado Nacional (SIN), y la encargada de su vigilancia es la neófita, burócrata e inservible, Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (SSPD).

Los colombianos quedamos abismados con las facturaciones después de las vacaciones de semana santa, y la razón es sencilla, se cumplió con lo solicitado por el señor Presidente, en cuanto al ahorro de energía, donde se superó a creces la meta del 5%. Creíamos que nuestros esfuerzos en minimizar el consumo rebajarían la facturación en pesos, pero la situación fue diferente, nuestros ahorros quedaron en los bolsillos de los empresarios colonizadores.

Algo turbio y oscuro se cuece en Electricaribe….