Desde finales de la década de los 90, Sincelejo ha vivido un periodo de profundas transformaciones sociales. La crisis económica nacional del 99, conllevó a un porcentaje histórico de desempleo subjetivo en la ciudad del 40,3%, según cifras del DANE. A partir del recrudecimiento de los encuentros bélicos entre el ejército y los grupos al margen de la ley, ésta capital se convierte en el segundo municipio de mayor recepción de población desplazada en Colombia en 2005, recibiendo un poco más de un 20% de su población, en cifras reportadas por la CEPAL. En el periodo electoral 2006 – 2010, el gobierno local se ve infiltrado por la ilegalidad con 35 funcionarios públicos del departamento procesados por algún nexo con un grupo paramilitar. Y en cifras de 2014, Sucre cuenta con 829 excombatientes desmovilizados en proceso de reintegración social, económica y comunitaria, en su mayoría en la ciudad de Sincelejo.
Después de la crisis del 99 (periodo en el cual muchas personas fueron despedidas y era necesario generar algún tipo de ingreso en la “economía del rebusque”), la tasa de desempleo nacional alcanzó un máximo histórico de 21% durante enero del 2001, momento en el cual el mototaxismo empieza a constituir una fuente de empleo importante, tal como sucedió en Sincelejo. A partir del año 2000, se produce un aumento sin precedentes en el número de
personas que deciden dedicarse a este oficio. Sin embargo, es a partir del año 2004 que el número de mototaxistas que incursionaron en la actividad aumentó exponencialmente, al mismo tiempo que la tasa de desempleo en el departamento de Sucre permaneció relativamente constante.
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A medida que esta se convirtió en una actividad permanente de muchas personas debido a su rentabilidad a partir de la informalidad, empezó a proliferar descontroladamente sin que las autoridades tomaran medidas pertinentes para regularlo o prohibirlo.
Según, Andrés Sanchez Jabba del Centro Económico de Estudios Regionales del Banco de la República, el mototaxismo representa ¨una manifestación particular del grado de informalidad que caracteriza al mercado laboral colombiano¨. Dentro de una sociedad fracturada como la Sincelejana, el mototaxismo se ha convertido en uno de los fenómenos sociales y económicos más recurrentes, como mínimo el ¨40% de la población económicamente activa se dedica a dicha actividad, lo que lleva a que las vías de tránsito de la ciudad se caractericen por una desorganización general del sistema de transporte público¨.
Ese caos no será erradicado por medio de decretos que prohíban o restrinjan la práctica del mismo, debido a la forma particular en que este fenómeno se ha establecido en el funcionamiento de la ciudad. Por el contrario, lo que se ha evidenciado es el incremento sostenido en el número de mototaxistas durante los últimos años.
Para explicar las causas de este incremento, tradicionalmente se ha enfatizado en el mercado de trabajo caracterizado por la falta de oportunidades laborales formales. En Sincelejo, el estudio más importante que ha investigado este tema es El Mototaxismo en Sincelejo: un análisis socioeconómico publicado por el Observatorio del Mercado de Trabajo en Sucre. Ese trabajo presenta una caracterización socioeconómica de la población mototaxista de la ciudad a partir de la aplicación de 1400 encuestas y concluye que la principal razón que dio origen al mototaxismo es el desempleo.
La elección de dedicarse a esta actividad, puede llegar a producirse como resultado de una decisión racional y económicamente motivada. Consecuentemente, al hacer la comparación de las utilidades derivadas de dedicarse al
mototaxismo frente a otro tipo de actividades, se escoge aquella que reporta mayor utilidad al individuo, de forma que una proporción importante del incremento se debe a una mayor utilidad derivada de ejercer esta actividad
Una alternativa social y económicamente eficiente
En términos de la población oferente del servicio, el auge del mototaxismo se debe a su rentabilidad. Los mototaxistas tienen un perfil socioeconómico caracterizado por bajos niveles de escolaridad, la mayoría no posee vivienda propia, no se encuentran afiliados a algún régimen contributivo de salud y son beneficiarios de los programas sociales del gobierno, como el Sisben.
De acuerdo con Jabba, el acceso al régimen subsidiado en salud y la evasión del pago de contribuciones a seguridad social, permite que los mototaxistas pueden llegar a devengar un ingreso superior al que obtendrían ejerciendo un trabajo formal consistente con sus características socioeconómicas. En cuanto a la demanda, la práctica de esta actividad representa un incremento en el bienestar de los usuarios mediante tarifas competitivas, menores tiempos de espera por el servicio y rapidez en los tiempos de desplazamiento.
Dependencia
Se ha generado una dependencia importante hacia este tipo de actividad, ya que se ha constituido toda una economía informal de la cual hacen parte usuarios, conductores, propietarios, talleres, distribuidores y ensambladoras entre otros actores que devengan un ingreso del mototaxismo. De acuerdo con el Estudio Socio Demográfico de los Usuarios de las motos en Colombia (2009), en el país hay 100 proveedores de partes, 1.024 distribuidores, 8.000 talleres, 3.000 almacenes de repuestos y 8 ensambladoras, que en conjunto emplean más de 60.000 trabajadores.
Por ejemplo, en Sincelejo, la economía del mototaxismo puede llegar a representar la fuente de ingreso de aproximadamente 50.000 personas, entre conductores, propietarios de motos, mecánicos, dueños de almacenes de venta de motos y sus repuestos entre otros, lo que involucra una quinta parte de la población total de la ciudad o un 42,73% de la población económicamente activa8. Esto refleja el alcance que esta actividad tiene dentro de la coyuntura de la ciudad y constituye una de las principales razones por las cuales resulta ineficiente la prohibición por parte de las autoridades competentes.
Un reto de política pública
Por otra parte, el mototaxi que se ha convertido en el principal medio de transporte público en Sincelejo, es un tema delicado en términos de política pública. Para el Gobierno local, la necesidad de reglamentar este fenómeno ha sido imperativa debido a que la informalidad que lo caracteriza conlleva a que se disminuya el recaudo asociado a impuestos de rodamiento y de ventas, se de un aumento en las obligaciones financieras relacionadas con el cubrimiento de regímenes subsidiados de salud y el pago de pensiones futuras, se incremente la incidencia en la aparición de enfermedades como cáncer de piel y se proliferen problemas de seguridad como aumento en las tasas de homicidio y robo. Contando con un porcentaje amplio de la población dedicada a esta actividad económica, las represalias y manifestaciones, muchas veces con muestras de vandalismo, no se han hecho esperar después de cada decisión del gobierno local a la hora de intentar controlar este servicio.
Es evidente que el carácter informal de la actividad implica un costo muy alto para las finanzas públicas, ya que los mototaxistas no realizan contribuciones al sistema de seguridad social, pero sí son beneficiaros de regímenes subsidiados de salud, aún cuando en muchos casos devengan un ingreso superior al salario mínimo. Adicionalmente, el desplazamiento de los medios de transporte formales (taxi y buseta) disminuye el recaudo asociado a impuestos de rodamiento y de ventas sobre los mismos.
Por consiguiente, el crecimiento del mototaxismo lleva al aumento del déficit fiscal asociado a obligaciones financieras relacionadas con el cubrimiento de regímenes subsidiados de salud y el pago de pensiones futuras, las cuales serán extremadamente difíciles de cubrir en el futuro. Por el otro lado, el aumento de este oficio implica la prevalencia en las vías de un tipo de vehículo que presta un servicio para el cual no ha sido constituido, ya que implica riesgos para la salud y la seguridad de los pasajeros. Esto se refleja en las altas tasas de accidentes de tránsito donde se involucra a una motocicleta y a la constante exposición al humo al que se encuentran sometidos los ocupantes de dichos vehículos, lo que incrementa significativamente la probabilidad de sufrir enfermedades respiratorias, cutáneas, visuales, renales, columna y la próstata.
Estos riesgos a menudo llevan a las alcaldías a expedir decretos basados en la prohibición y restricción, los cuales desconocen por completo la existencia e importancia de este fenómeno social, y por ende entran en conflicto con la importancia, magnitud y participación del mototaxismo en el sistema de transporte público y en el funcionamiento
de la economía regional y local. En consecuencia, cada vez que una alcaldía expide un decreto que busca prohibir y restringir la práctica del mototaxismo, el resultado es perfectamente predecible: jornadas caracterizadas por problemas de orden público y disturbios que afectan notablemente el comercio y la movilidad, sin que se pueda controlar a largo plazo la cantidad de personas que se dedican a este oficio. Esto sugiere que la prohibición no constituye una medida efectiva para controlar el mototaxismo, ya que representa una alternativa costosa que no contempla las motivaciones e incentivos económicos subyacentes a la decisión de dedicarse a esta actividad. Consecuentemente, mientras se presenten dichos incentivos, su práctica seguirá incrementándose independientemente de su clasificación por parte de las autoridades.
Un sistema de transporte público a la medida
Si bien Metrosabanas representa un sistema de transporte público moderno y cómodo para Sincelejo, los usuarios
seguirán prefiriendo el mototaxi como medio de transporte mientras represente una alternativa más barata.
El mototaxismo implica la aparición de externalidades negativas relacionadas con la salud y la seguridad, pero la práctica de esta actividad también representa un incremento en el bienestar de los usuarios mediante el cobro de tarifas competitivas, menores tiempos de espera por el servicio y en los tiempos de desplazamiento en comparación con los demás medios de transporte público. Esto ha permitido que el mototaxi se haya convertido en el medio de transporte público con mayor demanda en la Costa Caribe.
Así, el mototaxismo más que un sistema de transporte público es una actividad económica importante en Sincelejo. De ahí que, la formalización de dicho mercado sea, no sólo necesaria, sino una tarea urgente para el gobierno local. Más allá de decretos que prohíban su desarrollo, se debe buscar su regulación por medio de acciones que tengan en cuenta las necesidades socioeconómicas de la población que está ofertando y demandando éste medio de transporte. Su formalización, a través de cooperativas de transporte, organización de las vías con calles o carriles para solo motos prestadoras de este servicio, acondicionamiento de las motos teniendo en cuenta las jornadas y el clima de la ciudad, programas de acompañamiento social y de apoyo económico para capacitar a los trabajadores en otras actividades productivas de la región, son algunas de las medidas que podrían permitir la normalización de la actividad y su transformación en un servicio de transporte público eficiente acorde con las necesidades propias de la ciudad.
Control del mototaxismo
Una proporción importante de los individuos que se dedican al mototaxismo ejercen esta actividad a pesar de los riesgos a la salud y seguridad, como respuesta a la valoración de su rentabilidad y la necesidad de generar un ingreso. No obstante, la mayoría de los mototaxistas se dedicaría a un trabajo formal donde se pudiera devengar un ingreso equivalente al que se obtiene como mototaxista para evitar complicaciones de largo plazo.
Por consiguiente, mientras las soluciones propuestas descarten el uso de incentivos económicos para darle primacía a la coerción y prohibición, el fenómeno seguirá proliferándose como lo ha hecho hasta ahora. Un claro ejemplo de ello radica en que el 91% de los mototaxistas entrevistados en Sincelejo declaró trabajar a pesar de la existencia de medidas por parte del gobierno municipal.
Lo anterior refleja la poca eficacia de las políticas empleadas para controlar la actividad. La forma más eficaz de lograr dicho propósito es por medio del incremento en los costos asociados a ser mototaxista, buscando una reducción en la oferta del servicio. En este sentido, sería conveniente legalizar y formalizar la actividad a nivel nacional, reconociéndolo como un medio de transporte público equivalente a los demás mediante la derogación de leyes y decretos que prohíban o restrinjan la práctica de la actividad y su posterior reglamentación bajo la condición de que los conductores estén afiliados a una cooperativa de transporte legalmente constituida, en donde sea obligatorio el pago de todos impuestos aplicables y contribuciones que son de carácter ineludible bajo el marco de la
ley. De igual manera, se puede eliminar la exención de impuestos para las motocicletas con cilindraje inferior a 125 c.c., pues se está incentivando notoriamente la práctica de la actividad. Estas medidas contraerían la oferta como resultado de la salida del oficio de los mototaxistas que no sean propietarios de la motocicleta pues habrá conductores a los que ahora sí les resulte más rentable trabajar en otras actividades.
Fuente:
Caracol TV – Andrés Sánchez Jabba – Arianna Espinoza