La Niña Emilia, como se conoció artísticamente a Juana Emilia Herrera, con su figura menuda, sus lentes oscuros y su canto picante alcanzó gran popularidad en toda Colombia especialmente en Barranquilla y La Costa Caribe.
Nacida en el corregimiento de Avitar, en Mahates (Bolívar), murió el 15 de Septiembre de 1.993 en una calurosa tarde de la ciudad de Barranquilla como consecuencia de una afección al hígado.
Desde muy pequeña se dio a conocer en el ámbito local como una cantadora pero inició sus grabaciones musicales cuando estaba bastante avanzada de edad, sus últimos diez años, de los 61 que tenía, los dedicó a la música.
La Niña Emilia se tomaba los Carnavales de Barranquilla compartiendo tarima con los iconos de la música caribeña y antillana desde New York, Cuba y Puerto Rico hasta Venezuela, apenas se daba a conocer y ya tendría aproximadamente más de medio siglo de edad.
La Niña Emilia incursionó en la música folclórica, con canciones como Coroncoro, Currucuchú y Congo E, entre otros.
Coroncoro, inspirado en la ausencia de su hijo Nadín José, quien vivía en Venezuela, no sólo hizo que él volviera a su regazo, sino que se convirtió en un gran éxito disquero. El Coroncoro se murió tu mae, déjala morir, Coroncoro, Coroncoro… recorrió el país y atravesó las fronteras.
Emilia, recordada por sus excentricidades, usaba uñas de oro y anillos en todos sus dedos y sus infaltables lentes oscuros.
¿El pájaro picón o Se va?
Fue ella la primera folclorista pura y natural que trascendió fronteras con su música de profundas raíces afrocolombianas con fuerte presencia de la danza y la percusión antes que de melodía y desde Barranquilla, la ciudad que la acogió musicalmente se pudo escuchar con un sonido más comercial e internacional.
Su voz, entre nostálgica y alegre, hizo vibrar a miles de hogares con sus canciones llenas de picardía, palabras y dichos de doble sentido, colorido y ritmo de fiesta y todavía se mantiene en el corazón de los amantes de la música vernácula colombiana.
La Niña Emilia también grabó un disco de larga duración con el Tres veces Rey del Festival de la Leyenda Vallenata Alfredo Gutiérrez, donde se destacó el tema «La Caja Negra». Además, conformó el grupo Los Cumbiamberos de Gamero, con los cuales y durante mucho tiempo se encargó de animar las fiestas patronales de las poblaciones de la Región Caribe Colombiana con temas picantes y de doble sentido como Mambaco, Periquito con arroz, La Pega, Ay Mamá, Empuja Empuja y A gozar en Barranquilla.