Aparecen en el escándalo mundial de los «Papeles de Panamá», el exalcalde de Sincelejo Jesús Paternina Samur y su hijo Pedro, diputado del departamento.
La investigación periodística conocida como “Panama Papers”, que reveló cómo políticos, empresarios y deportistas estarían usando empresas de papel para esconder millonarios capitales, sí que le cayó como anillo al dedo a Colombia. Y no sólo porque a una buena masa de nacionales se les relaciona con la firma de abogados experta en la creación de dichas empresas, sino porque hace más de dos años funcionarios colombianos y panameños están trenzados en una pelea de marca mayor que tiene relación con ese tema.
En el fondo, la puja tiene que ver con que Colombia busca que el vecino país comparta la información financiera de los colombianos que tienen algún tipo de actividad allí y de esa forma obligar a que, por ejemplo, las cuentas bancarias u otros tipos de activos sean incluidos en las declaraciones de renta y paguen los impuestos que hoy están evadiendo. Una petición que no es nueva y que podría tener punto final la próxima semana, cuando las delegaciones de los dos países se vean las caras y definan, de una vez por todas, si Colombia declara paraíso fiscal a Panamá y se desata lo que esa decisión conlleva.
Siempre se ha dicho que los paraísos fiscales están repletos de dólares con aroma colombiano. Fortunas construidas a punta de cargamentos de cocaína, tráfico de armas, extorsiones, secuestros y desfalcos millonarios al erario. Pero la realidad es que en Colombia no solo los sospechosos de siempre tienen dinero en estos países de reputación incierta y secretos de acero. A juzgar por los archivos obtenidos por el periódico alemán Süddeutsche Zeitung, compartidos por el International Consortium of Investigative Journalists (ICIJ) e investigados por la plataforma periodística de las Américas CONNECTAS, las fortunas ocultas en estos destinos provienen mayoritariamente de personas con importante notoriedad en la vida empresarial, social y pública del país.
La información es parte de las revelaciones de Panama Papers, una gigantesca filtración de información que a través de 11.5 millones de documentos, expone la operación de la firma de abogados panameña Mossack Fonseca, cuya función principal es la de abrir empresas de papel en paraísos fiscales, lo que facilita ocultar el rastro del dinero y evadir la vigilancia de las autoridades. El mayor activo de esta empresa es el de guardar el secreto de quienes participan de estas transacciones, algo que queda expuesto con esta investigación periodística global, que tuvo acceso a 2.6 terabytes de información, con detalles de más de 14.000 de sus clientes, y que fue revisada por un centenar de medios en 77 países.
En Colombia, la firma -conocida también como Mossfon o sencillamente MF-, ocupa el tercer piso de un sobrio edificio de grandes ventanales en la carrera 14 con calle 93 de Bogotá. Ahí reposan los secretos de más de 800 inversionistas colombianos que han pasado por las manos del discreto bufete panameño. En su gran mayoría clientes de Bogotá, Medellín y Barranquilla. Aunque el número puede ser superior, pues gran parte de las empresas ficticias se esconden detrás de acciones al portador. Es decir que el nombre de los verdaderos dueños no aparece por ningún lado, lo que hace difícil su rastreo. Hay además colombianos que registraron sus operaciones en las sedes de MF en Miami, directamente en Panamá o en cualquiera de las más de 40 oficinas que el bufete tiene en el mundo.
En Colombia tener empresas en un paraíso fiscal no es en un delito en sí mismo. El problema es que el dinero tenga un origen ilícito o que no se declare ante la DIAN. Por la reserva tributaria no hay forma de acceder al registro de contribuyentes de Colombia, de ahí que esta investigación periodística no tiene como señalar ilegalidad alguna en ningún caso. La mayor parte de los documentos de Panama Papers son el reporte habitual de operaciones comerciales y en una parte de ellos no se detalla con claridad quiénes intervienen.
Son múltiples las razones para tener recursos a través de empresas fachada. Van desde la facilidad para el manejo de operaciones internacionales, la prudencia para no dejar un patrimonio expuesto a la delincuencia o como una forma de ocultar riquezas en procesos de separación o sucesión. Y por supuesto las que encienden las alertas de las autoridades: ocultar dineros de origen ilícito y evadir de impuestos. Es por eso que cada vez más a nivel global se persigue con mayor severidad los llamados capitales offshore.
A diario cientos de personas abren empresas en las sucursales que estos bufetes tienen por todo el mundo. Solo llenan algún formulario y firman un contrato. En tres o cinco días tendrán una sociedad sin su nombre a la vista: una máscara para moverse en el sistema financiero y girar grandes sumas bajo un secreto infranqueable y sin pagar impuestos. A su vez esta empresa puede buscar otros destinos con los cuales proteger aún más su secreto. Estas firmas se encargan de abrir sociedades en Bahamas, Islas Vírgenes Británicas, Nevada, Luxemburgo o cualquiera de los destinos laxos en regulación y que permiten mover fortunas de un lugar a otro para despistar cualquier tipo de control.
Comenzar una empresa cuesta unos 350 dólares para los pagos en el Registro Público de Panamá, los honorarios de los abogados y un capital de inversión inicial de 10.000 dólares. ¿Quiere que su nombre no figure? Claro, quédese tranquilo que aquí ni los directores ni los dignatarios, que son los que figuran, tienen que ser accionistas, que son los verdaderos dueños. ¿Quiere una cuenta bancaria? Cómo no, hay asistencia para la apertura a nombre de la sociedad ya sea en Panamá o el extranjero. ¿Cuánto? Calcule unos 1.250 dólares. ¿Quiere olvidarse de esa empresa y que MF se encargue de los contratos, la presentación de actas, el pago de tasas? La firma ofrece servicios legales de hasta 10 horas por mes desde 1.700 dólares. Si el tiempo de dedicación lo excede, le pasa factura por hora. ¿Quiere residencia o permiso para trabajar en Panamá? Puede obtenerlo por 2.250 dólares. ¿Una compañía en Islas Vírgenes Británicas (BVI?) También, por un costo base de 910 dólares más 400 por mantenimiento. ¿Quiere montar una estructura internacional que conecte empresas en Panamá con otra en UK o Islas Vírgenes o Hong Kong o Seychelles o todas esas juntas? Por supuesto que sí, se le tiene!
CONNECTAS identificó personas que han tenido responsabilidades públicas en Sincelejo: El ex alcalde Jesús Paternina Samur y su hijo Pedro Antonio Paternina Gulfo, hoy diputado del departamento de Sucre.
Jesús Antonio Paternina fue Alcalde de Sincelejo entre 2008 y 2012 por el Movimiento Colombia Viva. En 2012 la Procuraduría le formuló cargos por presuntas irregularidades en el giro de recursos de subsidios del Fondo de Solidaridad y Redistribución de Ingresos. Según el portal La Silla Vacía, Paternina enfrentó una denuncia ante la Fiscalía y una queja ante la Procuraduría por presuntamente saltarse los topes en su campaña de 2007 y mentir en los documentos que le entregó al Consejo Nacional Electoral. Según esta información enfrentaba una investigación de la Contraloría General de la República por un proceso de responsabilidad fiscal por presunto detrimento patrimonial al Estado.
Su hijo Pedro ‘Peyi’ Paternina Gulfo, profesional en marketing y negocios, también está metido en política. En 2015, con solo 25 años, llegó a la Asamblea Departamental de Sucre con el partido Opción Ciudadana del polémico Yahir Acuña. Antes, ‘El Peyi’ fue parte de la unidad legislativa del congresista Héctor Vergara Sierra. En uno de los cumpleaños de Pedro Paternina, se reveló la presencia del contratista Emilio Tapia, involucrado en el carrusel de la contratación en Bogotá.
Su empresa con MF
Jesús Antonio Paternina, y su hijo Pedro Antonio ‘El Peyi’ Paternina Gulfo, son accionistas de la sociedad Willowmead Holdings, que se constituyó el 10 de julio de 2012. En octubre de ese año la oficina de MF se alarmó por las investigaciones que Paternina padre estaba enfrentando. Contactaron a su abogado, que les explicó que eran “persecuciones políticas”. MF cerró el caso y mantuvo la cuenta de Paternina.
En octubre de 2012 una búsqueda en bases de datos registró que Jesús Paternina tenía varias investigaciones a raíz de su paso por la Alcaldía de Sincelejo. Un correo interno de MF precisó que “Necesitamos tomar una decisión urgente con este cliente” y que “ya no podemos esperar más puesto que nuestros directores están actuando para un cliente de dudosa reputación”.
Mario Enrique Villadiego, el abogado de Paternina logró sin embargo que no los excluyeran. En diciembre de 2012 le escribió a MF que Jesús Paternina ganó las elecciones por un margen de apenas 10 puntos y “como consecuencia de ello los perdedores de la contienda electoral por la alcaldía de Sincelejo, los cuales también podrían llamarse enemigos políticos, adelantaron toda serie de situaciones con la finalidad de que pueda ser desconocida la elección de Jesús como alcalde de esa ciudad; entre ellos por ejemplo el caso por el cual ustedes solicitan ampliación de la información, y de la cual se ocupan publicaciones políticas como La Silla Vacía”.
Precisó además que la denuncia por violación de topes electorales todavía estaba bajo investigación, y que además “situaciones como que regalos, suministro gratuito de combustibles, entrega de cuadernos y materiales de construcción a gente necesitada, entre otros aspectos, que realizan terceros simpatizantes, puedan ser considerados como parte de las campañas, son temas que el Consejo Nacional Electoral investiga con la finalidad de establecer si tales bienes son parte de las mismas campañas electorales y si se deban contabilizar”.
E insistió que “publicaciones como La Silla Vacía, algunas veces afirman que sí se dio el hecho, cuando quien investiga, califica y sanciona administrativamente es el Consejo Nacional Electoral, los cuales muchas veces son conocidos por información de los rivales de campaña, los cuales han perdido las elecciones y buscan, por cualquier medio, que se destituya o sancione a un funcionario electo, durante su mandato o posteriormente”.
Mario Enrique Villadiego, el abogado de Paternina, que fue director internacional de inspección y control de la Dian, cierra su largo correo con un consejo para MF: “sería conveniente que se conociera en detalle cómo es la manera de hacer política en Colombia, donde denunciar por cualquier cosa y entrabar con opiniones sesgadas, tienen como finalidad dificultarles a los mandatarios el ejercicio del deber público, a su vez los medios de comunicación dan a conocer hechos, algunas veces, que no han sido fallados por las autoridades, mostrándolos como ciertos”.
La tesis de la persecución política fue acogida por MF, que decidió finalmente no cancelar la empresa de la familia Paternina.
Cuando un periodista de Panama Papers le preguntó a Paternina sobre el tema, él negó que esté vinculado a alguna empresa en Panamá, y la comunicación se suspendió súbitamente sin que se pudiera restablecer.
Así mismo, EL MERIDIANO, diario colombiano, intentó comunicarse a los celulares del ex alcalde y del diputado, pero no fue posible pese a que se les dejó mensaje de voz.
Explicación de los Panama Papers para Niños de 5 AñosEl escándalo de los llamados Panama Papers es exasperante, pero también muy complejo. Te explicamos lo que sucedió de la manera más simple para que te unas a la indignación internacional que ha desatado esta filtración.
Posted by Ayayay on martes, 5 de abril de 2016
No se sabe con certeza a cuánto ascienden los activos de colombianos escondidos en países como Panamá, las Islas Vírgenes Británicas, Islas Cayman, Barbados, Seychelle o Bermuda. En reportes oficiales y académicos figuran cifras van desde los 238 billones de pesos a los 95 billones. Pero sea cual sea el monto real, es una cantidad vertiginosa que ayudaría a resolver los agudos problemas fiscales que aquejan a Colombia.
Es común el argumento de la excesiva confidencialidad financiera por los problemas de seguridad que ha sufrido el país. La realidad es que estas investigaciones periodísticas han demostrado que para miles de colombianos los paraísos fiscales, las cuentas secretas, las triangulaciones financieras son una manera de evadir impuestos, esconder dineros calientes y ocultarse de las autoridades fiscales y legales. Un desangre al erario que tiene que parar.
Fuente: Connectas (plataforma virtual para las Américas).